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Incrementa el número niñas, niños y adolescentes trabajadores durante la pandemia por COVID-19

  • Por primera vez en dos décadas las cifras de niños y niñas trabajadores aumentaron.
  • Según informe de la OIT y UNICEF, 160 millones de menores de edad se encuentran en situación de trabajo infantil y se estima que nueve millones de niños podrían sumarse para finales de 2022.

Hoy, Día Mundial contra el Trabajo Infantil, desde el Colectivo Pro Derechos de la Niñez A. C. (CODENI) manifestamos nuestra preocupación frente a la situación de riesgo que afecta a niñas, niños y adolescentes (NNA), en gran medida, como consecuencia de la pandemia por COVID-19. La crisis sanitaria trajo consigo condiciones extraordinarias que derivaron en la radicalización de la pobreza que ya padecían muchas familias. NNA tuvieron que sumarse como proveedores de su hogar; su trabajo, la mayoría de las veces no remunerado, en ocasiones incluye labores domésticas y de cuidados que los adultos han tenido que delegarles.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), con base en el informe Trabajo infantil: Estimaciones mundiales 2020, tendencias y el camino a seguir, advirtió que, por primera vez en dos décadas, las cifras de niños y niñas trabajadores aumentaron. Con el incremento, de 8.4 millones en los últimos cuatro años, actualmente hay 160 millones de menores de edad en situación de trabajo infantil y se estima que nueve millones de niños podrían sumarse para finales de 2022; según un modelo de simulación, esa cifra aumentaría a 46 millones sin cobertura de protección social esencial.

Si bien sabemos que el mejor ambiente para NNA es aquel que beneficie el desarrollo pleno de sus facultades y derechos, particularmente, la educación, la salud y el recreo, no podemos negar la realidad que su familia y ellos viven. La misma comunidad de CODENI, conformada principalmente por familias de trabajadores informales cuyos NNA contribuyen al gasto, constata diariamente la importancia de sus aportaciones para asegurar el sustento.

Por lo anterior, exhortamos a las autoridades a reaccionar de manera oportuna frente a los riesgos actuales y potenciales, y garantizar el cumplimiento de los derechos de NNA mediante la procuración de políticas públicas de protección social que permitan a esta población vivir bien, crecer en un entorno seguro y vislumbrar un futuro promisorio. Debemos insistir en que se le brinde atención prioritaria a este sector dejando de lado cualquier iniciativa o conducta prohibicionista o persecutoria que, aun con buenas intenciones, pueda vulnerar a las familias y, especialmente, a los NNA.

De igual manera, convocamos a la sociedad a participar de manera activa y permanente como instancia protectora y procuradora de bienestar de NNA. Cada día resulta más urgente hablar de crianza colectiva: aquella en la que los cuidados no recaigan exclusivamente en madres, padres y familiares o cuidadores habituales, sino que sea una responsabilidad que todas y todos asumamos; que reconozcamos que NNA son parte fundamental de la sociedad; que propiciemos y mantengamos ambientes seguros y adecuados para ellos; que sepamos distinguir, señalar y denunciar prácticas de explotación y cualquiera que vulnere sus derechos.

Niñas, niños y adolescentes son actores sociales relevantes; nos corresponde favorecer las condiciones materiales, de convivencia social y desarrollo personal, en pleno cumplimiento de sus derechos, para que logren alcanzar sus sueños. El presente y el futuro les pertenecen.

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