5 de abril de 2021, Santiago de Chile – Acceso a alimentos seguros y nutritivos; cambio en los patrones de consumo; producción positiva para la naturaleza; resiliencia ante situaciones adversas; medios de vida equitativos y redistribución del valor; estas fueron las cinco áreas prioritarias identificadas por América Latina y el Caribe para aplicar el enfoque de género y avanzar hacia sistemas alimentarios sostenible. Las prioridades fueron acordadas durante el diálogo regional, organizado por la FAO y el IFPRI, en respuesta al llamado del Secretario General de Naciones Unidas, Antònio Guterres, como preparación para la Cumbre Mundial de Sistemas Alimentarios 2021. “Somos las mujeres quienes más sufrimos las consecuencias de la pandemia, y nos enfrentamos al escenario más hostil en lo que refiere a nuestra inserción laboral, económica y productiva. Por eso este diálogo es fundamental, pues nos permite identificar las claves para avanzar hacia el cierre de las brechas de género y alcanzar el empoderamiento económico de las mujeres”, dijo Fabiola Yáñez, Primera Dama de Argentina y Coordinadora general de la Asociación de Conyuges y Jefes de Estado, ALMA. “Quiero hacer un llamado a todos los países a levantar esta agenda en sus propuestas nacionales para la Cumbre 2021 de Sistemas Alimentarios, para que nuestra región sea campeona en esta consigna: no habrá transformación de los sistemas alimentarios del siglo XXI sin igualdad de género en ellos”, señaló Julio Berdegué, Representante Regional de la FAO para América Latina y el Caribe. Por su parte, Jemimah Njuki, Directora de IFPRI para África y Custodia para la igualdad e género y el empoderamiento de la mujer para la Cumbre de Sistemas Alimentarios, destacó que el éxito de las estrategias de recuperación post pandemia dependerá en gran medida de potenciar la multiplicidad de roles que las mujeres rurales, urbanas, indígenas y afrodescendientes ya están desempeñando en los sistemas alimentarios, con medidas que mejoren sus oportunidades y reduzcan la sobrecarga de trabajos de cuidados y labores no remuneradas. Prioridades de América Latina y el Caribe En el diálogo participaron más de 300 personas, incluyendo autoridades y representantes de gobiernos, parlamentarios, sociedad civil, organizaciones de mujeres, sector privado y organizaciones indígenas afrodescendientes de la región. El principal resultado del diálogo es que la región ha definido una posición ante el mundo, sobre los compromisos necesarios para reducir las brechas de género que afectan a las mujeres rurales, urbanas, indígenas y afrodescendientes en su relación con los sistemas alimentarios. Las cinco prioridades fueron: Acceso a alimentos seguros y nutritivosIncorporar el enfoque de género en las normativas, políticas y programas productivos y de seguridad alimentaria.Promover iniciativas de educación comunitaria en materia nutricional, con pertinencia cultural y responsabilidad compartida entre hombres y mujeres.Fortalecer la institucionalidad específica como ministerios de la mujer y políticas de fomento productivo para mujeres. Cambio de patrones de consumoVisibilizar los conocimientos y saberes ancestrales de las mujeres rurales, indígenas y afrodescendientes sobre alimentación y agrobiodiversidad.Impulsar la participación de organizaciones de consumidores para fortalecer la educación y acceso a la información sobre alimentación saludables. Producción positiva para la naturalezaIncorporar la perspectiva de género en políticas agropecuarias sostenibles y hacerla posible mediante planes de acción y la articulación de plataformas participativas y multisectoriales.Promover la asociatividad y organización de mujeres productoras, desde una perspectiva intercultural.Introducir medidas claras para que las mujeres tengan un mejor acceso al financiamiento, tecnología, información y capacitación. Resiliencia ante situaciones adversasAsegurar el acceso equitativo de las mujeres a créditos y seguros.Movilizar políticas de protección social y cuidados para mujeres rurales con presupuestos sensibles al género, destinando recursos y articulando iniciativas en los territorios.Aumentar la disponibilidad de información que permita mejores análisis de dificultades, brechas y roles de las mujeres en los sistemas alimentarios. Medios de vida equitativos y redistribución del valorArticular acciones contra la violencia de género en el medio rural, atendiendo diversas situaciones como la violencia física y violencia económica y patrimonial.Promover acciones legislativas y parlamentarias por la paridad de género y la incorporación de una perspectiva intercultural en la toma de decisiones.Impulsar el reconocimiento de lideresas rurales, así como de organizaciones de base y movimientos de mujeres indígenas y afrodescendientes.Repensar los mecanismos de protección social y cuidados para lograr una responsabilidad compartida entre hombres y mujeres.Establecer fondos y mecanismos de financiamiento para hacer posibles estas propuestas. |