La tormenta perfecta está dada
Por Daniel Mora Valencia.
“La tormenta perfecta está dada a partir de tenemos un presidente constitucional que no asume su postura como jefe de estado” aseveró Arturo Cruz Castellanos, presidente de la Asociación de Recursos Humanos en Puerto Vallarta y Bahía de Banderas.
En este sentido, puntualizó que al no hacerlo “nos deja colgados, olvidado a lo fundamental de nuestra Carta Magna, en donde están los principios constitucionales que dan el soporte de al menos ya emitir una declaratoria de contingencia sanitaria”.
Asimismo, aseveró que no debe de temblarle la mano para utilizar los recovecos de la herramienta extrajurídica y llamarle contingencia, emergencia y tomar el apoyo que necesitan los empresarios, las cargas tributarias de por sí ya sobre cargadas de impuestos, para afrontar esa responsabilidad social que tiene el sector patronal.
En cuanto al sector obrero, manifestó que este se encuentra descobijado porque va a quedar en el desempleo y esto lo único que va a provocar es alcanzar a la periferia y engrosar las filas de la inseguridad, eso sin hablar de la marginación y la pobreza.
Cruz Castellanos, aseguró que el presidente de la República tuvo el domingo pasado la oportunidad de reivindicarse como un jefe de estado, como un estadista, durante su mensaje a los mexicanos, sin embargo afirmó tajante que “tristemente sigue obstinado en su loca pasión, que no es sino un berrinche de hacer lo que a él le viene en gana”.
Al mismo tiempo, dijo, para que haya un estado con un cuerpo de las mejores mentes, los mejores directivos del sector gubernamental, cuando esto está vacío y lejos de haber una ausencia de poder, insistió, no hay un liderazgo de un jefe emanado de cualquier partido político, ya que no se trata de un sistema de partidos.
De tal manera reiteró que el pasado domingo, “habló un presidente de un grupo, de una secta, y realmente no habló un presidente constitucional” y por ello apuntó que el panorama no está para la tormenta perfecta porque se debe recordar que en el 82 había golpes de timón para la tormenta.
Inclusive, aseveró que hay que recordar lo que dijo un político, castigado por la historia de este país, que él era responsable del timón y no de la tormenta, pero ahora manifestó, la tormenta está planteada cuando no se tiene ni siquiera un paraguas para contener esto que no está planeado, pero para lo que tampoco hay un plan.
En este contexto, indicó que el presidente de México, no tiene un plan y quienes deben asumir la rectoría del estado, como lo señaló un gran politólogo italiano, es la sociedad civil, que será que tendrá que salir adelante con todo lo que viene, entre otras cosas la debacle económica del país.
Y sin querer ver un panorama catastrófico sino uno de oportunidad, añadió que debe darse la voz al sector empresarial, al obrero, pero no ocurre así ya que ante esta situación aseveró, “todo es al arbitrio de una loca pasión y de un emberrinchamiento, una obstinación por una enfermedad que se llama poder. El presidente ya fue rebasado”.
Finalmente, señaló que el horizonte de consecuencias de ello es la secuelas que vendrán de tres a nueve años, pronóstico basado en los ciclos económicos de una crisis económica recurrente, que había parado pero a la que se ha vuelto y en donde las recetas ya están dictadas pero no las quiere tomar el supremo poder.