Sociedad Más Activa
Por Humberto Famanía Ortega
Nos enteramos a través de analistas de diferentes medios escritos, en la radio como en la televisión, sobre aspectos relacionados con la sociedad, sobre todo en su comportamiento; llegan a la conclusión que los valores humanos van en decadencia. Si nos ponemos a pensar vemos que se da en la mayoría de las veces por la falta de educación de los padres hacia los hijos y viceversa, porque cada día la relación es más distante. Es nuestra responsabilidad como padres de familia dotar de todos los medios que estén a nuestro alcance para lograr una formación más integral. Primeramente una comunicación directa en donde se fundan en el amor padres e hijos, porque el cariño habla mucho; aspecto importante del respeto familiar. Después será sencillo el inculcarles el deseo de la prosperidad basados en los principios elementales de una familia unida que servirá a una sociedad más demandante.
Vemos a nuestro alrededor como se siente un mundo convulsionado, por la falta de amor a nuestros semejantes; por ejemplo, el egoísmo, la envidia y el encono son elementos que no ayudan en nada a la convivencia de una sociedad, al contrario la lastiman. Entonces me pregunto que hacer para volver los ojos hacia la familia, si en verdad es la única manera de buscar soluciones múltiples al comportamiento de la humanidad. La inversión radica en la responsabilidad de asumir nuestras obligaciones, eso es todo no esta complicado. La disciplina es parte medular en la conducción de una familia, de una empresa, de un gobierno, lo más importante, tu vida misma. Así es que la buena marcha de cualquier sociedad ésta en el elemento humano con buenos principios, que van desde el amor a ti mismo, a la familia, a tu comunidad y a tu Patria.
Son muchas las razones que me hacen reflexionar, para saber de que manera contribuir en forma activa a la comunidad a la que me debo, a veces difícil por muchas situaciones. Principalmente por la falta de comunicación con la gente que se desarrolla en tu medio que escogiste para vivir, sobre todo siendo una ciudad cosmopolita, en mi caso con progreso desequilibrado, que no es parejo con la buena marcha de una sociedad donde el bienestar debe de permear en todos los niveles, logrando la conjunción para integrarse en forma activa.
Por otro lado servir a tu pueblo es un verdadero honor, iniciando por seguir con las costumbres y tradiciones, que desgraciadamente cada día se van acabando por la llegada de nuevas ideologías de personas de otros lugares, inclusive de países extranjeros que quieren imponernos sus formas de vida, lo vemos constantemente, creo las reglas las debemos de dictar nosotros quienes somos oriundos del lugar. Solamente con unidad y trabajo en equipo lo lograremos, haciendo sentir a las autoridades que somos un pueblo con memoria histórica, para que tome su responsabilidad, procurando siempre tomar en cuenta la voluntad del pueblo sobre todo en estos menesteres, para aumentar el arraigo y sentir con profundidad el cariño a tu terruño.
Hemos visto como en nuestro municipio de Puerto Vallarta Jalisco, existen muchas personas exitosas en el trabajo pero fracasan en la forma de llevar su vida íntima, también el sufrimiento se nota en silencio por las relaciones con nuestras esposas, niños, padres, socios y amigos, muchas veces lastimamos a quienes más amamos. Nuestro propio espíritu está también herido porque no sabemos como detener la hemorragia, se necesita alimentar el alma. Sabemos de antemano que en la lucha por alcanzar un buen nivel vida, la mayoría de hombres y mujeres dejan atrás una estela de relaciones rotas. Nuestra cultura secular ha mezclado en un mismo caldero la natural inclinación humana a conseguir fama y fortuna con su naturaleza egoísta. El resultado es una extraña e inestable mezcla de ambición y fantasía de grandeza.
Es importante buscar siempre nuestros propios éxitos con ideas claras y motivaciones buenas, para mejorar el nivel de vida de nuestras familias, sabiendo de antemano que nuestro trabajo es un medio para alcanzar ese fin. Pero a veces nos involucramos tanto en él y llega a entusiasmarnos a tal punto, que perdemos de vista la razón por la que trabajamos tan duro. Nos confundimos, y lo que era inicialmente un medio para alcanzar una meta, termina siendo un fin en sí mismo. Ahora en día la cultura en la que nos desarrollamos da más valor a las posesiones y a los logros que a las personas y las relaciones. Lo que es muy cierto que nuestra sociedad hace poco o nada por aclarar nuestra confusión respecto al desenlace de nuestra deseada meta. En lugar de estimular y nutrir las relaciones familiares y personales, la cultura vigente sugiere que el éxito profesional y económico es la medida del valor del ser humano. Llegando inclusive al convencimiento de que el valor está más vinculado a la cuenta bancaria y al título académico, que el enseñar a los hijos y a amar a la esposa.
Por otro lado es importante saber en que parte de este rincón del Estado de Jalisco vivimos, para buscar ser activos de su propio desarrollo. Para esto y por ser un tema muy importante de la alianza entre el ser humano y el medio ambiente, me propongo a hacer algunas consideraciones sacadas de la carta encíclica del Papa Benedicto XVI, (Caritas in Veritate) que en verdad son muy ilustrativas.
.-El modo en que el hombre trata el ambiente, influye en la manera en que se trata a sí mismo, y viceversa. Esto exige que la sociedad actual revise seriamente su estilo de vida que, en muchas partes del mundo, tiende al hedonismo y al consumismo, despreocupándose de los daños que de ello se derivan. Es necesario un cambio efectivo de mentalidad que nos lleve a adoptar nuevos estilos de vida.-
-.Cualquier menoscabo de la solidaridad y del civismo produce daños ambientales, así como la degradación ambiental, a su vez provoca insatisfacción en las relaciones sociales. La desertización y el empobrecimiento productivo de algunas áreas agrícolas, son también fruto del empobrecimiento de sus habitantes y de su atraso. La paz de los pueblos y entre los pueblos permitiría también una mayor salvaguardia de la naturaleza. El acaparamiento de los recursos, especialmente del agua, puede provocar graves conflictos entre las poblaciones afectadas.-
-.La Iglesia tiene una responsabilidad respecto a la creación y la debe hacer valer en público. Y, al hacerlo, no sólo debe defender la tierra, el agua, y el aire como dones de la creación que pertenecen a todos. Debe proteger sobre todo el hombre contra la destrucción de sí mismo. Así como las virtudes humanas están interrelacionadas, de modo que el debilitamiento de una pone en peligro también a las otras, así también el sistema ecológico se apoya en un proyecto que abarca tanto la sana convivencia social como la buena relación con la naturaleza.-
Buenas reflexiones, para quienes tenemos el placer de vivir en este paraíso jalisciense, sabemos de antemano que es un regalo de Dios. Toda la población tenemos la obligación de salvaguardar su medio ambiente, ahora es tiempo de mostrar unidad; venciendo egoísmos, orgullos y conformismos.
“Que todos se levanten; que no haya ni uno, ni dos, que se queden atrás”.
(Antepasados)