Opinión 

Pacto De Honor

Por Humberto Famanía Ortega.-

¿Qué hacer para que las cosas sucedan en beneficio de quienes habitamos este hermoso paraíso nuestro amado Puerto Vallarta Jalisco? Llego a la conclusión que cuando existen ideas comunes, estas sean en torno a un  proyecto bien estructurado con rumbo definido donde sobresalga la cultura participativa, plural y democrática, nuestra comunidad será otra, y que nuestro objetivo principal sea; bienestar para todos, donde abunde la armonía para lograr prosperidad. A esto se le denomina Pacto de Honor

A través de los ejercicios gubernamentales han sobresalido falsos redentores que todos los días predicaban honestidad y unión familiar con moralidad y gritaban a los cuatro vientos sintiéndose  como los padres de la transformación y que triste desengaño. Es cierto que se les olvida que muchos somos vallartenses bien nacidos y bien  paridos que tenemos memoria histórica que hemos seguido los pasos de estos vendedores de esperanza falsos que lo único que han hecho es buscar su sobrevivencia personal y que las causas nobles del pueblo está condicionada a los satisfactores personales que redunden en su propio beneficio. Lo que me satisface es que ya estarán señalados para toda la vida.

En estos días la confianza se ve mermada en muchos de los políticos a nivel nacional, estatal y municipal está por los suelos, es confusa la propia interpretación del servicio público porque el orden y la disciplina se están extinguiendo, las tradiciones y costumbres se están perdiendo. Mientras no se preste atención a opiniones divergentes y propuestas de alternativas a las soluciones comunes y la terquedad ocupe un lugar preponderante en la conducción de un pueblo, su futuro será siempre incierto, al pasar el tiempo sus gentes jamás olvidaran y no perdonaran a los causantes del infortunio. Tenemos una nueva sociedad más demandante, que está creando una nueva conciencia de participación y al mismo tiempo está perdiendo el miedo a denunciar toda clase de corrupción e impunidad.

Deseo sin lugar a dudas que esta administración municipal donde un vallartense pata salada el Ing. Arturo Dávalos Peña es quien la preside le vaya bien y agarre el toro por los cuernos, hacemos votos para que se distinga por actuar con disciplina, apertura, sencillez, atención y con dialogo constructivo. Por eso propongo recordar que siempre se puede aprender de los demás; hasta que la persona que consideramos ignorante sea escuchada, para ser capaz de extraer alguna enseñanza, aquí se demuestra la inteligencia, por eso jamás se debe de despreciar a nadie. Buscando  el poder servir, ya que este significa la facultad de hacer algo y provocar cambios.

Urgen estrategias reales, al analizar en una forma más profunda las actuales circunstancias por las que atraviesa nuestro municipio. Cuando  existe una economía que da prosperidad a los gobernados, esto quiere decir que está dando resultados y por lógica es la que servirá; ante esta disyuntiva todo lo que implique un avance en el bienestar social, habrá que mejorarlo y lo que no desecharlo, adoptando nuevas acciones a todos los sectores de la población para infundir una nueva actitud de optimismo y confianza. Los actuales tiempos nos demuestran que el único camino al progreso está en la productividad de un Pueblo.

A veces me pongo a meditar las formas de lograr unión entre los vallartenses, y creo que para mejorar las condiciones actuales, es necesario hablar claro poniendo las cosas sobre la mesa y buscar ante una gama de posibilidades la más factible, eliminando influencias negativas destinadas a la desunión. Es importante convocar a todas las fuerzas políticas e independientes se unan en torno a un objetivo  común, la grandeza de Puerto Vallarta Jalisco, así otros aires se respiraran, si existe respeto, desechando donde se den influencias que afloren odios,  sin rencores, mentiras y calumnias. Me recuerdan las palabras de una excepcional mujer la Madre Teresa de Calcuta que decía: Preferiría comer errores con gentileza y compasión antes de obrar milagros con descortesía y dureza. Por eso reafirmo que el poder siempre debe de traducirse en servicio para lograr el bien común.

Nuestro municipio es un territorio privilegiado, por su belleza natural, la calidad de su gente y los servicios turísticos. Estamos creciendo a pasos agigantados, simplemente necesitamos orden con una planeación integral que motive un bienestar sin distingos. Ya estamos llegando a los tiempos de adquirir responsabilidad que conlleve compromisos para preserva el medio ambiente con reglas muy precisas y con aplicación rigorosa. Todos los sectores de la población estamos obligados a aportar lo mejor para mantenernos como un destino turístico de primera calidad.

 -.Pues bien amigos lectores, asumamos con orgullo nuestras raíces, demostremos nuestro valor ante la adversidad, impulsando con fortaleza nuestras grandes ambiciones en torno a la grandeza de nuestra tierra, mostrando siempre lucidez en las decisiones.-

Les deseo un Feliz Año Nuevo 2020 donde la abundancia en fortaleza y Fe les sea otorgada por Dios, los éxitos lleguen en tiempo y forma, la Paz y Prosperidad lleguen a sus familias.

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