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Luchan por un Museo al Mar

Considerado por muchos un paraíso en la tierra, su belleza y riqueza natural hacen suponer que su creación obedece a un capricho divino, se trata de una zona rica en fauna y flora que se originó hace casi 3 millones de años, se trata de una banda que une las masas continentales de norte y Sudamérica, Bahía de Banderas, Nayarit; en el corazón del pacifico mexicano, una de las más grandes del país, poseedor de los nichos de biodiversidad más impresionante del planeta.


Paradójicamente la degradación y la destrucción de este hábitat es un riesgo que día a día aumenta, el crecimiento de la mancha urbana, una afluencia desordenada de turistas, la desaparición o transformación de sus áreas costeras de inigualable belleza y sus manglares que se han reducido a mínimos fragmentos son su amenaza principal.


Existe la necesidad de un lugar para impulsar el conocimiento y la preservación del hábitat.


Ante este peligroso escenario un grupo de activistas, científicos, investigadores y ciudadanos se han unido para delinear estrategias que permitan contener el empobrecimiento o alteración de los hábitats originales de la zona, su principal estrategia: impulsar el conocimiento a través de la creación de un Museo al Mar, aprovechando la existencia del inmueble ubicado en la Carretera Federal la Cruz de Huanacaxtle-Punta de Mita, casi a su cruce con la calle Pescador en el poblado La Cruz de Huanacaxtle, perteneciente a Bahía de Banderas, Nayarit.


En busca de la reivindicación de un predio que por más de diez años ha permanecido en abandono, se trata de un espacio que se encuentra en un lugar estratégico y donde se pretende aprovechar la superficie del predio que se encuentra en total abandono.


Con lonas informativas en mano, los habitantes aseguran que se trata de un espacio donde se construyó el mal logrado Parque de Medios Interactivos que el gobierno de Nayarit había proyectado entre el 14 de diciembre del 2009 y el 13 de marzo del 2010, en la localidad de la Manzanilla y que hoy constituye un foco de inseguridad, contaminación, desaprovechamiento y vandalismo.


El 21 de noviembre de 2009, se publicó en el Periódico Oficial del Estado de Nayarit, la convocatoria pública estatal N°DGN-2009-020 emitida por el Gobierno Estatal a través de la Secretaría de Obras Públicas, en la que se invitaba a participar en la licitación número DGCM‐LP‐2009‐095 para la construcción del Parque de Medios Interactivos, ubicado en la localidad de La Manzanilla, municipio de Bahía de Banderas, Nayarit.


Los recursos fueron aprobados mediante el oficio N° COP‐DGP‐R33‐FVIII‐075/2009 del día 16 de octubre de 2009, emitido por el Comité de Planeación para el Desarrollo del Gobierno del estado de Nayarit (COPLADENAY), a través del documento se solicitaba a los participantes ejercer a más tardar el 31 de diciembre de 2009, la cantidad de $1 millón 143 mil 273 pesos, IVA incluido.


Sin embargo, al término de su construcción la aportación estatal sumó una inversión de 40 millones de pesos, de acuerdo al portal de transparencia del Gobierno Nayarita.


El inmueble también tuvo aportación del Gobierno Federal en turno a través del Programa para el Desarrollo de la Industria del Software (PROSOFT), con la cantidad de $7 millones 065 mil 531 pesos, obteniendo así un total de $47 millones 065 mil 531 pesos, solo para la edificación del Parque de Medios Interactivos, que pretendía ser, la extensión de la Ciudad del Conocimiento (ésta última localizada en la ciudad de Tepic).


La importancia de tener un lugar donde converjan los habitantes de Bahía de Banderas y continúen impulsando la preservación natural
La defensa del entorno ecológico se ha dado desde tierra, Karen de la Rosa, habitante de la comunidad conocida como la Cruz de Huanacaxtle, junto con su familia, pobladores de la región, activistas y científicos proponen el rescate del espacio que está en abandono, alberga basura y escombro en su interior, y donde han sucedido actos delictivos.


En la Cruz de Huanacaxtle, existen 7 instituciones de educación de todos los niveles, entre ellas el Instituto Tecnológico de Bahía de Banderas que inició su oferta académica como extensión del Instituto Tecnológico del Mar, de Mazatlán, Sinaloa.


La preparación ofertada en dicha institución permitiría la colaboración permanente con el Museo Al Mar, ya que en ese espacio los alumnos podrían realizar actividades profesionales, servicio social a la comunidad, investigación e intercambio de conocimientos con otros museos internacionales, con el objetivo de que este reciento sea un referente en Latinoamérica.


Parte de la infraestructura del Parque de Medios se utiliza de forma improvisada como un mercado de productos del campo para ofertarlos principalmente a los residentes extranjeros que han elegido este paraíso como residencia permanente, es una iniciativa gubernamental que a simple vista carece de algunas normas sanitarias.


Por el contrario, la propuesta del Museo al Mar se ha convertido en un referente incluso para el sector turístico que ve con buenos ojos la iniciativa ya que se convertiría en un nuevo atractivo y sobre todo una estrategia de promoción cultural y de conservación.


Proponen la creación del Museo Al Mar, que sea referente en Latinoamérica


La propuesta para la construcción del Museo Al Mar, contempla su operación en tres áreas: Arte, cultura y desarrollo social, donde se podrían impartir talleres de arte, oficios, fomento a la lectura, cursos de idiomas, manualidades, apoyo académico, salud, conferencias y desarrollo personal.
En el área de la ecología, se plantea la adecuación de un jardín botánico, un centro de reciclaje, impulsar la educación ambiental y el uso de enotecnias, así como la elaboración de composta y el cuidado de los arroyos y el mar.


La tercera área, sería destinada a las actividades lúdicas y deportivas que plantea un espacio multiusos para la práctica de distintas disciplinas deportivas, un área de juegos para niños y la instalación de aparatos fijos para ejercicio.


Dentro del museo, se propone utilizar instalaciones de aprendizajes didácticas multimedia, así como la colocación de esculturas interactivas y el aprovechamiento de herramientas tecnológicas que permitan realizar un recorrido virtual desde cualquier parte del mundo.


En la Cruz de Huanacaxtle convergen distintos grupos sociales, pobladores originarios del lugar, turistas nacionales e internacionales, principalmente de Canadá, Estados Unidos de Norteamérica y Europa, quienes manifiestan la necesidad de ser parte de un proyecto social de impacto para la región, que contribuya al desarrollo económico del lugar, aporte al conocimiento y sobre todo impulse la preservación de la naturaleza del lugar. Ya que durante los meses de invierno las ballenas llegan a Bahía de Banderas para realizar su apareamiento y alumbramiento, se estima que son aproximadamente 100 las especies de mamíferos que habitan en el lugar, de las cuales 14 son cetáceos es decir ballenas como la orca, la orca falsa o el cachalote pigmeo, así como delfines.


Ecologistas, activistas y pobladores continuarán trabajando en favor de la naturaleza Al trabajo de socialización sobre los beneficios que traería consigo el Museo Al Mar que tiene como principal impulsor al activista Jason Foster se han sumado infinidad de personajes reconocidos en Bahía de Banderas, dice que el proyecto no inicia de cero, ya se concibe parte del contenido museográfico que sería expuesto, además el proyecto es autosustentable.


El trabajo de conservación y desarrollo ordenado a través de proyectos sociales que realizan activistas como Jason Foster no resulta improvisado, sus propuestas ya han tenido éxito como La Cruz Market, un mercado rodante que inicio en el 2009 con el objetivo de convertirse en un evento multicultural que promueve el trabajo artesanal sin intermediarios y que cada domingo atrae a la marina de la Riviera Nayarit a miles de turistas, lo que le ha vuelto un referente en la región.


Para conceptualizar el Museo al Mar en Bahía de Banderas se tiene el respaldo de los fundadores del también museo a la Ballena y Ciencias del Mar que se inició como un pequeño espacio comunitario en el 2016 en la Paz Baja California Sur y que se reinventó para convertirse en un espacio del conocimiento único en su tipo no sólo de México sino de América Latina su director Francisco Gómez Díaz afirma que el conocimiento es la mejor estrategia de conservación.


Los ecologistas, activistas y pobladores advierten que seguirán trabajando a través de su movimiento que día a día crece para que el Museo Al Mar se vuelva pronto una realidad, una victoria que afirman será en favor de la naturaleza.

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